Descubre los mejores lugares que ver en San Francisco, una de las ciudades más fascinantes de Estados Unidos. Nosotros le dedicamos 3 días y, aun así, sentimos que nos faltó tiempo. San Francisco se encuentra en el estado de California y es una ciudad cosmopolita, artística, con un embarcadero muy animado, alma rockera y corazón rebelde.
El Golden Gate, rojo y majestuoso, se alza sobre el Pacífico, dibujando su silueta entre la niebla como si flotara en el horizonte. San Francisco, ciudad de espíritu libre, despliega sus barrios llenos de contrastes entre colinas infinitas, tranvías que replican campanas al subir, miradores con vistas que parecen sacadas del cine y el aura de misterio en torno a la Isla de Alcatraz.
San Francisco es también puro cine. La has visto tantas veces que al llegar parece que ya la conoces. Aparece en películas como La Roca, Vértigo, Mrs. Doubtfire, Monstruos contra Alienígenas, Godzilla, El Paciente Inglés o Zodiac, e incluso en series como Padres Forzosos, 13 Razones y Big Little Lies. Y por si no lo sabías, es una ciudad con más perros que niños, y su tranvía es el único medio de transporte declarado monumento histórico nacional.
Sigue leyendo para descubrir con nosotros los rincones más especiales que ver en San Francisco, esos lugares que nos sorprendieron, nos emocionaron y nos hicieron enamorarnos de esta ciudad norteamericana. ¡Vamos a ello!
- San Francisco al completo + Entrada a Alcatraz
- Tour de San Francisco al completo
- Free tour por San Francisco
- Excursión a Yosemite
- Paseo en barco por la bahía de San Francisco
- Tour de 3 días por California
- Tour de 8 días por la Costa Oeste finalizando en Las Vegas
Golden Gate Bridge – TOP 1 que ver en San Francisco
Es imposible pensar en San Francisco sin imaginar el mítico Golden Gate Bridge, ese majestuoso puente rojo que todos hemos visto alguna vez en películas, series o postales. Es el icono número 1 que ver en San Francisco, y una parada imprescindible para cualquier viajero. Se inauguró en 1937 y en su momento fue el puente colgante más largo del mundo. Su color rojo anaranjado no fue elegido por casualidad, sino para que destacara entre la niebla tan típica de la bahía.
Este puente ha sido protagonista de películas como Vértigo de Hitchcock, X-Men – La decisión final, Godzilla o La Roca, y series como Padres Forzosos o Monk. Así que sí, aunque nunca hayas pisado California, probablemente lo has visto mil veces desde tu sofá.
Si vas a visitar San Francisco, seguro que querrás llevarte una buena foto con el Golden Gate de fondo. Aquí van algunos de los mejores miradores del Golden Gate en San Francisco:
Marshall’s Beach – El mejor mirador del Golden Gate
Marshall’s Beach es una playa escondida a la que se accede caminando. Desde allí puedes ver el puente desde un ángulo más bajo y natural. Suele haber menos gente, lo que lo convierte en un lugar tranquilo y perfecto para los amantes de la fotografía.

Nosotros aprovechamos para montar nuestro trípode y tomar un montón de fotos juntos. Para nosotros fue el mirador que más nos gustó de todos, desde donde tener unas vistas increíbles del Golden Gate y una experiencia tranquila, sin colas como en el anterior.

Golden Gate Overlook – El popular mirador de los dos árboles
El Golden Gate Overlook es un rincón muy popular en redes sociales. Desde aquí verás el puente en perspectiva lateral, con los coches avanzando en ambas direcciones sobre la estructura. Dos enormes cipreses enmarcan el paisaje y crean una imagen casi de postal, por eso se ha convertido en escenario habitual de fotos de boda y sesiones profesionales.

Es muy popular y suele haber una cola de personas esperando su momento para tomar la foto, ya que es un punto muy específico a diferencia de la espaciosa playa anterior.

Crissy Field
Se trata de un antiguo aeródromo militar reconvertido en un espacio natural abierto al público. Hoy es un parque junto al mar con senderos, césped, zonas para picnic y una vista directa al Golden Gate ideal para quienes quieren disfrutar de un paseo relajado o hacer fotos al atardecer con la bahía de fondo.
Golden Gate Bridge Welcome Center
El Golden Gate Bridge Welcome Center está justo al inicio del puente. Este centro de visitantes es perfecto para aprender un poco más sobre su historia y construcción. Hay una exposición, paneles informativos y una tienda con recuerdos. Además, desde allí ya puedes sacar buenas fotos sin necesidad de cruzar el puente. Tienes unas buenas vista del puente, aunque para nuestro gusto hay otros miradores mejores.

Battery Spencer
El Battery Spencer es uno de los puntos más espectaculares desde donde contemplar el puente. Desde lo alto de esta antigua batería militar, se obtiene una vista frontal perfecta del Golden Gate con la ciudad de fondo. Es un sitio ideal para ver la puesta de sol. Este mirador se encuentra en Marin Headlands, ya en la zona del condado de Marin. Para llegar a Battery Spencer desde San Francisco hay que cruzar el puente (en coche, bici o caminando).
Recuerda si vas en coche, que salir de San Francisco cruzando el puente es gratuito, pero para entrar desde el norte hay que pagar un peaje de unos 8 dólares. No hay barreras ni personal cobrando; el sistema es automático. Después de cruzarlo, tendrás 48 horas para pagar online con tarjeta en www.bayareafastrak.org. Mejor no olvidarlo, porque las multas pueden ser bastante altas.
Isla de Alcatraz – Lugar TOP que ver en San Francisco
Si hay un lugar que despierta misterio en San Francisco, ese es la Isla de Alcatraz. A solo unos minutos en barco desde el puerto, esta antigua prisión federal es hoy uno de los lugares más visitados de la ciudad. Funcionó entre 1934 y 1963, acogiendo a reclusos tan famosos como Al Capone, «Machine Gun» Kelly o el célebre “hombre pájaro” de Alcatraz. La prisión ganó fama por ser prácticamente imposible de escapar… aunque el famoso intento de fuga de 1962 sigue sin tener un final confirmado.
Nosotros realizamos la excursión saliendo desde el muelle 33 (Pier 33) y fue una experiencia apasionante, sobrecogedora y cargada de emociones, con un toque de historia real que te pone los pelos de punta. Nos encantó recorrer los pasillos silenciosos, escuchar los relatos con la audioguía en español y sentir ese ambiente tan único que solo tiene un lugar como Alcatraz. Nos parece muy recomendable incluirla en cualquier viaje a San Francisco.

Durante la visita, tras el trayecto en ferry con vistas al Golden Gate, accedes a las celdas originales, el comedor, el patio y la zona de aislamiento. Algunas celdas están ambientadas con maniquíes que recrean intentos de fuga reales, lo que le da un aire inquietante pero fascinante. Lo mejor es ir temprano, cuando hay menos gente y se disfruta con más calma.
Muchos desconocen que Alcatraz también fue escenario de una importante protesta en 1969, cuando un grupo de nativos americanos ocupó la isla durante más de un año, reclamando sus derechos. Aún se conservan grafitis que recuerdan aquel episodio histórico.
Además, si te gusta el cine, reconocerás la isla enseguida: ha sido escenario de películas como El hombre de Alcatraz con Burt Lancaster, Fuga de Alcatraz con Clint Eastwood, La Roca con Sean Connery o X-Men – La decisión final. Y lo cierto es que, al caminar por sus pasillos, cuesta no sentirse dentro de una película.
Aquí tienes algunas excursiones organizadas por si fueran de tu interés:
- San Francisco al completo + Entrada a Alcatraz
- Autobús turístico de San Francisco + Entrada a Alcatraz
- Entrada a Alcatraz + Paseo en barco por la bahía de San Francisco

Fisherman’s Wharf
Fisherman’s Wharf es una de las zonas con más encanto y ambiente de San Francisco. Situado junto al antiguo puerto pesquero, este barrio fue restaurado y hoy es uno de los puntos turísticos más animados de la ciudad. Pasear por aquí es sinónimo de música en directo, olor a mar y un montón de rincones por descubrir.

Uno de sus lugares más famosos es el Pier 39, un muelle repleto de tiendas, restaurantes, espectáculos callejeros y una colonia de leones marinos que viven sobre plataformas flotantes. Son graciosísimos, se empujan, se relajan, se comunican a gritos y puedes pasar un buen rato observándolos sin prisas. A nosotros nos encantó el ambiente del muelle, tan alegre y colorido, lleno de vida a cualquier hora del día.

Aquí también probamos la famosa clam chowder, la sopa de almejas servida dentro de pan redondo. Nos pareció deliciosa y algo muy típico que merece la pena. Si te animas, justo allí está el restaurante Bubba Gump, inspirado en la peli Forrest Gump.

Cerca del muelle está la plaza Ghirardelli, famosa por su chocolate, desde donde puedes comenzar una ruta por distintos puntos del puerto, como Hyde Street Pier, con barcos históricos, o el Pier 45, donde se puede visitar el SS Jeremiah O’Brien y el submarino USS Pampanito.
Y si quieres ver la ciudad desde otra perspectiva, puedes hacer un paseo en barco al atardecer por la bahía de San Francisco desde el Pier 43, pasando por el Golden Gate y toda la bahía. Un plan precioso para terminar el día.

Subir al Cable Car – Imprescindible que hacer en San Francisco
El Cable Car (tranvía tradicional) es uno de los grandes símbolos de San Francisco y el único Monumento Nacional en movimiento de Estados Unidos. Funciona desde 1873 gracias a un sistema de cables subterráneos, y hoy en día quedan tres líneas activas. La más popular es la Powell-Hyde, con vistas espectaculares de la bahía.

Nosotros nos subimos y, curiosamente, no nos pidieron dinero, así que pudimos disfrutar de la experiencia completamente gratis. Eso sí, el billete cuesta normalmente 8 USD por trayecto, lo cual puede parecer algo caro para muchos.
Si puedes, sube de pie en el escalón exterior agarrado a la barandilla. para sentir el aire en la cara mientras atraviesas las empinadas calles de San Francisco. Es una experiencia única y una forma muy divertida de ver la ciudad de otra manera.

Painted Ladies
Las Painted Ladies son un conjunto de casas victorianas de colores situadas frente al parque de Alamo Square, muy conocidas por aparecer en la serie de televisión Padres Forzosos. Es una de las postales más populares de San Francisco, y no es raro ver a muchísima gente haciéndose fotos desde la colina del parque.

Nosotros paramos un buen rato, sentados en el césped esperando que mejorara la luz, ya que fuimos por la mañana y las fachadas estaban bastante en sombra. Al final decidimos seguir la ruta por otros rincones de la ciudad, pero fue una parada curiosa, sobre todo si te gustan las series clásicas de TV.

Viajar en Waymo (Taxi sin Conductor) en San Francisco
Una de las cosas que más nos sorprendió en San Francisco fue montar por primera vez en un taxi sin conductor. Sí, sí, como lo lees, un coche que se conduce completamente solo, sin nadie al volante. Al principio nos pareció surrealista… estábamos dentro del vehículo, las puertas se cerraron solas, arrancó con suavidad, se incorporó al tráfico y nos llevó hasta nuestro destino sin que nadie tocara el volante. Era como estar dentro de una peli de ciencia ficción. ¡Nos volaba la cabeza!
Estos taxis autónomos son operados por la empresa Waymo, una filial de Google. La experiencia nos encantó. Por dentro parece un coche normal, pero con cámaras, sensores y pantallas que te informan en tiempo real de lo que está detectando el sistema. Todo funciona de forma automática, el coche frena, gira, cambia de carril… y hasta pone los intermitentes.
Puedes pedir el taxi a través de una app, igual que si fuera un Uber, y aunque no haya conductor, puedes comunicarte con el soporte a través de una pantalla o por voz. Waymo lleva ya millones de kilómetros recorridos sin conductor humano, lo cual impresiona aún más cuando lo estás viviendo desde dentro.
Fue una experiencia futurista total, y aunque al principio da un poco de respeto, te acostumbras rápido. Te lo recomendamos muchísimo si estás en San Francisco y quieres vivir algo realmente distinto.

Lombard Street
Dicen que es la calle más sinuosa del mundo, y cuando la ves en persona, entiendes por qué. Este tramo tan peculiar de Lombard Street, entre Hyde St. y Leavenworth St., se retuerce con ocho curvas cerradas en forma de zigzag que bajan por una colina empinada, rodeadas de flores y casas preciosas.
Es una de las paradas más clásicas en San Francisco. Cada día se llena de decenas de turistas que se agrupan para ver cómo los coches bajan lentamente mientras sortean las curvas, y cómo no, para sacarse la típica foto desde arriba con toda la calle de fondo. Merece la pena pasar un rato paseando por la zona y ver el ajetreo de coches, turistas con cámaras y curiosos.

Haight-Ashbury – El barrio hippie que ver en San Francisco
Haight-Ashbury fue el corazón del movimiento hippie en los años 60 y todavía hoy se respira ese aire libre, rebelde y psicodélico que lo hizo famoso. Las calles están llenas de casas victorianas pintadas con colores llamativos, tiendas de ropa de segunda mano, vinilos, murales, incienso y carteles de conciertos. Hay músicos callejeros, gente con looks alternativos y turistas con ganas de empaparse del ambiente.
También visitamos la fachada de la casa donde vivió Janis Joplin, una de las grandes voces del rock, que pasó parte de su vida en este barrio cargado de historia y arte callejero por todas partes.

Uno de los momentos que más disfrutamos fue en Amoeba Music, una tienda gigante donde nos llevamos un montón de CDs originales de rock y bandas alternativas por solo 1 a 3 euros. Salimos encantados y con una bolsa llena de CDS de bandas como Pearl Jam, Rem, U2, Bush y Aerosmith.

Haight-Ashbury está muy ligado a figuras como Jimi Hendrix, otro icono del rock que formó parte del alma de este lugar. Todo el barrio está lleno de energía, creatividad y ese espíritu libre que lo hace único. Si buscas algo auténtico, con buen rollo y diferente al resto de la ciudad, este barrio es un lugar imprescindible que ver en San Francisco.

Chinatown
El Chinatown de San Francisco es uno de los más espectaculares del mundo. Por todas partes verás farolillos rojos colgando entre los edificios, murales impresionantes, templos escondidos entre callejones, y cientos de comercios con carteles en chino, dorados, rojos y llenos de símbolos. Uno de los murales más llamativos es el de Bruce Lee, pintado con orgullo en la fachada de un edificio en pleno corazón del barrio.

Uno de los rincones que más nos gustó fue la visita a la Golden Gate Fortune Cookie Factory, en un callejón llamado Ross Alley. Allí puedes ver cómo se fabrican a mano las famosas galletas de la suerte, y además probarlas o llevarte una bolsa como recuerdo. El aroma a vainilla y la curiosidad por los mensajes hacen que sea una parada muy especial.
Pasear por sus calles, curiosear en sus tiendas y probar algún dulce o snack raro es parte de la experiencia. Sin duda, uno de los barrios más auténticos y diferentes de San Francisco.

Japantown
Hemos visitado muchos Chinatown por el mundo, pero este fue nuestro primer Japantown, y la verdad es que nos encantó. Tiene un ambiente tranquilo pero lleno de vida, con una identidad muy marcada y un montón de detalles que te transportan directamente a Japón sin salir de San Francisco.
Tuvimos la suerte de coincidir con el Festival de la Floración del Cerezo (Cherry Blossom Festival), un evento precioso y muy especial. Le dedicamos varias horas, y lo disfrutamos al máximo: comimos sushi, probamos cerveza japonesa, y vimos conciertos, danzas tradicionales, exhibiciones de artes marciales y espectáculos callejeros que animaban cada rincón del barrio.
El barrio estaba lleno de vida. Los cerezos en flor adornaban de rosa plazas y parques, creando un ambiente mágico y muy fotogénico. Hay comercios japoneses auténticos, restaurantes, cafeterías y muchas tiendas especializadas en manga, figuras de anime y artículos kawaii, ideales si te gusta la cultura pop japonesa. Sin duda, una parada diferente y muy recomendable para conocer otro cara diferente de San Francisco.

Palace of Fine Arts
El Palace of Fine Arts (Palacio de Bellas Artes) es uno de los lugares que más nos sorprendieron en San Francisco. Está rodeado de un parque tranquilo, con un lago, árboles y cisnes, y en el centro se alza este edificio monumental con columnas clásicas y una cúpula enorme que parece sacado de Europa.
Fue construido en 1915 para una exposición internacional, y aunque en su origen era temporal, gustó tanto que terminó quedándose. Es uno de los pocos edificios que se conservan de aquella época. Un dato curioso es que el diseño está inspirado en las ruinas de la antigua Roma y Grecia.
Cuando fuimos, algo que nos llamó mucho la atención fue que había varias parejas indias haciéndose fotos de boda con fotógrafo profesional. El lugar tiene un aire romántico y majestuoso que lo convierte en fondo perfecto para fotos de todo tipo. Un sitio muy fotogénico y diferente, perfecto para desconectar un rato del bullicio de la ciudad.

Twin Peaks
Twin Peaks son dos colinas desde donde tienes una de las mejores vistas panorámicas de toda la ciudad. Ver el skyline, el Golden Gate y la bahía desde ahí arriba es impresionante, sobre todo al atardecer o de noche.
Se puede subir en coche o en Uber, aunque también hay buses (línea 37 cerca). Hace viento casi siempre, así que lleva chaqueta. Es una parada corta pero que vale muchísimo la pena.
Coit Tower
La Coit Tower la vimos desde lejos, destacando sobre la colina de Telegraph Hill. No llegamos a visitarla por dentro, pero sí le sacamos una buena foto desde el embarcadero. Fue construida en 1933 como homenaje a los bomberos de la ciudad y tiene un diseño muy peculiar, como una torre art déco. Un dato curioso es que fue financiada por una excéntrica vecina rica que adoraba ver incendios… y dejó dinero en su testamento para este monumento.

Union Square
Union Square nos pillaba muy cerca del alojamiento, así que pasamos varias veces por allí. Es una zona siempre muy animada, con gente paseando, artistas callejeros, tiendas de todo tipo y espacios para jugar, como mesas de ping-pong que están ahí para quien quiera usarlas.
Está rodeada de grandes almacenes, hoteles y muchas marcas conocidas. También hay una parada del cable car justo al lado, lo que la convierte en un buen punto de partida para moverse por la ciudad.

Ghirardelli Square
Ghirardelli Square es conocida por su famosa chocolatería y heladería. Aquí nos dejó el cable car, así que aprovechamos para dar una vuelta, curiosear en sus tiendas y ver el ambiente. El sitio tiene terrazas, rincones con encanto y el aroma a chocolate en el aire. Ideal para descansar un rato tras el paseo.

Lucasfilms
Lucasfilm fue una parada obligatoria para nosotros, como buenos frikis del cine. Aunque estaba cerrado al público, pudimos ver la mítica fuente de Yoda en la entrada, y eso ya fue un puntazo.Nos asomamos por la cristalera y desde ahí se podían ver figuras a tamaño real de personajes de Star Wars e Indiana Jones decorando el hall. Si te gusta este universo, vale la pena acercarse aunque solo sea para echar un vistazo y sacar unas fotos.

Little Italy o North Beach
La verdad es que Little Italy nos pareció bastante insulso. Prácticamente ha sido absorbido por Chinatown, y queda muy poco del ambiente italiano original.Aún se pueden ver algunos restaurantes italianos, banderas de Italia colgadas en las farolas y la iglesia de Saints Peter and Paul, que destaca en Washington Square, pero más allá de eso… poco más. Pasamos sin pena ni gloria.

City Hall
El City Hall de San Francisco es un edificio imponente, con una gran cúpula dorada que recuerda al del Capitolio de Washington. Está en el Civic Center, rodeado por edificios oficiales, jardines y museos.
Funciona como sede del ayuntamiento y del gobierno de la ciudad. Fue construido en 1915 tras el gran terremoto de 1906. Justo delante está la Civic Center Plaza, aunque la zona no es de las más animadas. Es un sitio que impresiona por fuera, sobre todo si te gusta la arquitectura, pero no dedicamos demasiado tiempo.

Barrio de Castro – Historia LGBT+
El Barrio de Castro es conocido como el corazón del movimiento LGTB+ en San Francisco. Hay muchas banderas arcoíris, tiendas, bares, y pasos de peatones pintados de colores, pero sinceramente nos resultó un poco decepcionante. La famosa Plaza Harvey Milk estaba en obras cuando fuimos, y la zona en general nos pareció algo apagada, sin demasiados puntos de interés más allá del ambiente y los símbolos históricos. Aun así, si te interesa la historia del activismo LGTB+, puede ser una parada simbólica dentro de la ciudad.

Donde dormir en San Francisco
Dormir en San Francisco puede ser toda una aventura, sobre todo si no conoces bien los barrios. La ciudad es preciosa, pero como en muchas grandes urbes, hay zonas con contrastes muy marcados. Hay muchísimos apartamentos y hoteles donde alojarse, pero es importante investigar un poco antes de elegir.
Nosotros nos alojamos en Powell Street, en pleno centro, a través de HomeExchange, una plataforma que permite intercambiar casas con otras personas de cualquier parte del mundo, ya sea de forma directa o por puntos. La experiencia fue genial, y el apartamento donde nos quedamos era totalmente de lujo: cocina moderna con lavavajillas, una mesa isla enorme, baño completo, lavadora, secadora… no le faltaba detalle. Además, el anfitrión fue encantador y nos ayudó con todo lo que necesitamos.
Eso sí, al ser una zona tan céntrica, no nos pareció un lugar 100 % seguro, especialmente por la noche. Había bastantes personas sin hogar en las calles, y alguna situación nos hizo sentir incómodos. Por la noche preferimos movernos en taxi, pero durante el día nos sentíamos tranquilos caminando por la zona.
La realidad es que muchas zonas céntricas de San Francisco tienen este mismo ambiente, algo que no esperábamos. De hecho, otros anfitriones nos aceptaron el intercambio en barrios más tranquilos, pero los rechazamos pensando que estar en el centro era mejor opción.
En resumen, la experiencia con HomeExchange fue buenísima, pero si volvemos, probablemente elegiríamos un barrio más residencial y relajado .

Donde comer en San Francisco
La gastronomía en San Francisco es tan variada y multicultural como la ciudad misma. Aquí puedes probar desde marisco fresco traído directamente del Pacífico hasta cocina asiática auténtica, pasando por sabores mexicanos, italianos o estadounidenses en su versión más creativa. Comer bien en San Francisco es fácil… aunque no siempre barato.
Una de las zonas más turísticas pero que realmente disfrutamos fue el Pier 39. Está repleto de puestos de comida rápida, heladerías, dulces y locales con vistas al mar. Es animado, con mucho ambiente y perfecto para un almuerzo informal. Aquí probamos la famosa clam chowder, la sopa de almejas servida dentro de un pan redondo, y la verdad es que nos encantó.

Otra buena opción es perderse por los barrios de Chinatown o Japantown, donde encontrarás restaurantes locales y supermercados con productos auténticos. Son lugares donde se respira otra cultura y donde puedes probar platos deliciosos a precios más razonables que en otras partes de la ciudad.
Si buscas una experiencia más local, te recomendamos la zona de Marina Boulevard, especialmente Chestnut Street. Es una avenida muy animada, llena de restaurantes de todo tipo: mexicanos, griegos, italianos, hamburgueserías gourmet… El ambiente es muy bueno, sobre todo por la tarde-noche, aunque no es precisamente la zona más económica para comer.
En general, San Francisco no nos pareció una ciudad barata para comer, pero sí un lugar donde se disfruta mucho sentándose a la mesa. Solo hay que saber elegir bien y dejarse llevar por los sabores del viaje.

Que ver cerca de San Francisco
Hay muchísimo que ver y hacer, pero además, San Francisco, es un punto de partida perfecto para explorar otros lugares increíbles de la Costa Oeste.
Si te gusta la naturaleza, una excursión imprescindible es al Parque Nacional de Yosemite. Para nosotros, fue uno de los lugares más bonitos del viaje. Pasear entre secuoyas gigantes, hacer rutas de senderismo, descubrir cascadas como Yosemite Falls o Vernal Fall, y saber que estás en territorio de osos en libertad, es algo que no se olvida, y más si tienes la suerte de verlos como nosotros. Nos pareció un lugar mágico.
Otra escapada que merece la pena es recorrer la carretera de Big Sur, una ruta escénica por la costa del Pacífico que te dejará con la boca abierta. Lugares como Carmel-by-the-Sea, Monterey, Bixby Creek Bridge, McWay Falls o Pfeiffer Beach son solo algunas de las paradas obligatorias.
Si haces esta ruta, dos ciudades que deberías incluir son Los Ángeles, con sus barrios como Santa Mónica y Venice Beach, y Las Vegas, un destino que nos encantó y donde nos lo pasamos en grande. Te dejamos por aquí nuestro artículo sobre qué ver en Las Vegas.
Y si hablamos de parques nacionales que impresionan, no podemos dejar de mencionar Death Valley. Sus paisajes extremos y sus contrastes de colores nos dejaron completamente fascinados. Sin duda, otra parada que merece un hueco en tu ruta.
¿Qué te ha parecido nuestro artículo sobre que ver en San Francisco?, ¿incluirías algún lugar más?
¡Nos vemos en el próximo post de Pasaporte a La Tierra!
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